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En el corazón de la Emilia-Romaña, entre niebla, colinas, vino y arte, se encuentra Imola. Esta ciudad es conocida por sus tradiciones culinarias, su rica historia y su famoso circuito de carreras. Pero hay mucho más que descubrir en Imola. Vamos a adentrarnos juntos en esta maravillosa aventura.
Elige un automóvil compacto o un sedán para tu viaje a Imola. Las calles de la ciudad son estrechas y un coche pequeño será más práctico para maniobrar y aparcar en la ciudad.
Manejar en Imola es relativamente sencillo, la mayoría de las calles están bien señalizadas. Recuerda que, al igual que en toda Italia, la prioridad la tiene el que viene de la derecha. El aparcamiento puede ser un desafío en Imola, especialmente durante eventos importantes como las carreras de Fórmula 1. Sin embargo, hay abundantes estaciones de pago y algunos lugares gratuitos si sabes dónde buscar.
Límites de velocidad: 50 km/h en áreas urbanas, 90 km/h en carreteras secundarias, 110 km/h en carreteras principales y 130 km/h en autopistas. Recuerda que el uso del cinturón de seguridad es obligatorio y no se puede usar el móvil mientras se conduce, a menos que se utilice un sistema de manos libres.
Desde el impresionante Rocca Sforzesca, que alberga un museo, hasta la majestuosa Catedral de San Cassiano, Imola tiene mucho que ofrecer a los amantes del arte y la cultura. No te pierdas el teatro Ebe Stignani y la moderna galería de arte contemporáneo en el Palazzo Tozzoni.
Si alquilas un coche en Imola, también puedes explorar algunas de las ciudades vecinas, como Bologna y Ferrara. Las distancias son cortas y las carreteras que cruzan la encantadora campiña italiana son muy pintorescas.
Imola es famosa por sus eventos estacionales, como el Gran Premio de Italia y el Festival de "Cosecha del Vino". Además, no podrás resistirte a probar el delicioso ragú a la boloñesa, la piadina y el queso parmesano.